Hay infinidad de mitos que rodean el origen de la conducción en un sentido u otro de la calzada, cada cual más estrambótico que el anterior.

En la actualidad alrededor del 66% de la población mundial conduce por la derecha, mientras que el 34% restante lo hace por la izquierda. ¿Qué lleva a un país a decantarse por un sentido o por el inverso? Hay muchas para desenfundar su espada en los peligrosos caminos.

Asimismo, los coches de caballos circulaban por la izquierda para que el cochero tuviera la mano derecha libre para fustigar a los caballos, a la vez que estaba lejos del lado derecho de la calzada y así no lastimaba a los viandantes con el látigo, a quién iba acompañándolos o a quién venía en sentido contrario.

Decisión del Papa y de Napoleón
Fue el pontífice Bonifacio VIII quién ordenó en 1300, año jubilar, que los peregrinos que se dirigían a Roma lo hicieran por la izquierda. Por su parte, en Londres, en el año 1756, se reguló la circulación en el London Bridge por el lado izquierdo y ya en 1835 esta regulación se extendió a todos los caminos y carreteras del imperio británico.

Con la proliferación de coches de caballos y con la llegada de la Revolución Francesa se comenzó a conducir por la derecha en casi todos los países europeos, influenciados o conquistados por Francia. Se dice que fue una norma impuesta por Napoleón, aunque no se tiene constancia de ello, y que aplicó a todos sus territorios. La excepción se mantiene en Inglaterra – quizás debido a su enemistad con Napoleón o a que los galos no llegaron a conquistar a los británicos – que además exportó esta manera de circular a sus colonias, muchas de las cuales siguen manteniendo la conducción por el lado izquierdo de la calzada.

Ya con la llegada de los automóviles, en el siglo XX, aparecieron coches con volantes a los dos lados, pero finalmente el modelo estadounidense (donde se circulaba por la derecha) T de Ford fue el que acabó triunfando e importándose a la mayoría de países del mundo, exceptuando Reino Unido y Australia.

En España en cada ciudad se conducía en un sentido; en el caso de Barcelona se circulaba por la derecha, mientras que en Madrid se hacía por la izquierda. Ya en los años 30 se reguló la circulación de vehículos y trenes por la derecha, exceptuando el Metro de Madrid que al ser anterior a aquella normativa sigue circulando a día de hoy por la izquierda.